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jueves, 16 de agosto de 2018

RELIGIONES Y SECTAS EXTRAÑAS

RELIGIONES Y SECTAS EXTRAÑAS

Siempre que navego por Internet busco páginas raras y/o curiosas (no pornográficas, mal pensados). Un buen día, me topé con la página oficial de la iglesia Maradoniana. Sí, una iglesia donde el dios es Maradona y la Biblia es su libro autobiográfico Yo soy el Diego de la gente. Entusiasmado con esta locura me di a la tarea de consultar sobre sectas raras. 

     Logré descubrir que en la antigua Grecia se adoraba a una diosa llamada Clítoris (hija de un guerrero mirmirón. Zeus se enamoró de ella y como era tan pequeña tuvo que transformarse en hormiga para hacerle el amor). De inmediato, y ante la sonoridad del nombre, decidí hacerme seguidor de ella y a toda hora decía: “Oh, santa Clítoris, ven a mí”; y, en una acción más arriesgada, mandé a estampar una camiseta negra con el lema: Amo a Clítoris. Todo iba bien hasta que mi esposa, muy circunspecta, me dijo: “Me imagino que del clítoris que hablas es el mío”. Al responderle que no se armó un bololó terrible que por poco me cuesta el matrimonio. Debido a esto   abandoné la   idea de hacerme seguidor del gallito y ahora estoy en aras de encontrar otra fuente de iluminación.

Y es que yo soy un tipo que anda en busca de la verdad, o mejor, de la inspiración que me ayude a crecer espiritualmente ya que mucha gente me critica por mi pragmatismo. Confieso que no me llaman la atención -nunca lo han hecho- las grandes religiones actuales, sobre todo las monoteístas. El islamismo me parece muy violento, el catolicismo muy aburrido y jamás de los jamases me vería como un Testigo de Jehová porque no me entusiasma la idea de estar jodiéndole la vida a la gente los sábados a las seis de la mañana.

Hace poco volví a consultar en Internet y encontré varias sectas cuyos nombres me llamaron la atención. Como no tenía mucho tiempo no pude consultar su doctrina, por eso hoy voy a especular un poco sobre algunas de ellas a ver cómo me va. Ojalá acierte.

 La primera secta que me llamó la atención fue la “Asociación de los Caballeros del Loto de Oro”. Me imagino que la cosa tiene que ver algo con lotería o con el Baloto. Me le apunto de una.  También está la “Asociación Universal de Fieles”. Creo que me vendría bien pertenecer a ella: ganaría puntos con mi esposa. Aunque presumo que la secta es muy reducida, porque hombres fieles “habemos” -perdón, corrijo- hombres fieles somos muy pocos; y mujeres, pues… El “Babaísmo” me imagino que es una religión integrada por un montón de idiotas o retardados mentales que a toda hora viven escurriendo babas. Por eso no me anima de a mucho. En cambio, sí me seduce la idea de integrarme con las “Compañeras del Introito”. A mí introito me suena muy parecido a coito, y si todas las nenas de la secta se deciden a coitar conmigo, pues bienvenidas sean. No pasa lo mismo con la “Comunidad de Brujas Ibéricas”, pues yo soy una persona muy selectiva y no me gusta andar rodeado de bagres o de viejas feas.

La idea de pertenecer a la secta del “Grupo Alfa” me parecía bacana, hasta que recordé que tengo muy poco oído para la música. Pero confieso que sí me entusiasma mucho pertenecer a la “Iglesia de Pan”. Ya me imagino yo dando buena cuenta de un buen pancito francés con chocolatico caliente y queso. O de un suculento croissant con Pony Malta.  Inscribirme en la “Iglesia Negra” no me llama mucho la atención, no porque sea racista, no, lo que pasa es que mi vista últimamente no está funcionando adecuadamente y por eso le huyo a la oscuridad. Me imagino que la secta “konkokyo” tiene algo que ver con Kokoriko, si es así, seré un fiel fiel. Y por último está la secta de la “Mano Negra”. A esta religión no me le mido, primero porque yo con los paracos nada que ver, y segundo porque yo sí soy un demócrata a carta cabal. 

En fin, en este mundo, como dice sabiamente el poeta guatemanteco Ricardo Arjona “hay más religiones que niños felices”. Se encuentra uno de todo, como en botica. Y ante tanta oferta la verdad no sé en cuál secta inscribirme. Cuando me decida les informaré. Mientras tanto seguiré siendo un pecador más; es decir, un ser humano común y silvestre. 

Que el Señor los acompañe. Que la Virgen lo siga siendo, y que se los coma el marrano. Amén. ¡Arrepentíos, manada de iguazos¡ 
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viernes, 3 de agosto de 2018

Las “delicias” de Facebook

Las “delicias” de Facebook


Desde hace un tiempo vengo contemplando la posibilidad de cancelar mis suscripciones a Netflix y DIRECTV, y quedarme solo con mi afiliación internet. Sí, porque si tengo Facebook, lo tengo todo, por lo menos todo lo que necesito para no aburrirme. Es que desde hace rato esta red social se convirtió en la plataforma de entretención más bacana de todas. Ahí uno encuentra de todo: videítos y fotos de aquellas, peleas de amantes, peleas de parejas, novelas virtuales protagonizadas por servidores públicos, denuncias, realitys, confesiones morbosas, porno, miseria, amarillismo ¡De todo¡

¡Qué verraquera¡  

Rememoremos algunos casos.

Una mujer encontró que su esposo llevaba a la amante en el auto y, sin pensarlo dos veces, se paró en plena vía pública a reclamar lo de ella: “Baje esa perra de ahí”. Todo un show digno de Laura en América: ¡“Que pase la moza”! Pero lo más bacano eran los comentarios de los feisbukeros: “Están peleando por tripa”. “Ese es mucho desgraciado, uich”. “Mucha güeva, se dejó ´pillar”. “El man debería proponerle a la esposa un trio, así sale de ese problema”. “La mozita del man está como quiere”. “Mucha prepago”.

Una mujer de unos treinta y péguele años le quitó a otra muy joven -ambas damas son bellas- un par de zapatos tenis arguyendo que eran de ella. Inmediatamente los comentarios no se hicieron esperar: “Tanta alharaca por un par de tenis”. “Qué oso tan peludo”. “Lo que pasa es que la veterana fue mujer del novio de la peladita. A lo mejor ella todavía le tiene ganas al chino”. “Están pelando por tripa”. “Yo no pelaría por unos tenis viejos que hasta chiveados serán”. “Los tenis no son chiveados, son de marca”. “Yo no me hubiera dejado quitar los tenis. Yo me hago picar primero”. “Tan de buenas el chino, ambas mujeres están como buenas. Que chute una”. “Ese huevo quiere sal”.

En una dependencia del Estado los servidores públicos, a los que supuestamente les pagan por trabajar, viven como perros y gatos en un reality eterno que llevan a cabo en Facebook. Y uno, de puro sapo, pregunta: ¿entonces a qué hora es que trabajen esas pintas? Los cara a cara son bonísimos: “Denuncio públicamente que Fulanito me miró rayado cuando pasó por mi oficina”. “Yo confieso que sí miré rayado a Perenceja, pero en reacción a ella, que en su perfil se burló de un vestido que usaba mi esposa”. Y los comentarios no se quedan atrás: “Yo estoy de acuerdo con Perenceja, ese vestido está muy boleta”. “Cada quien se viste como le da la gana. Respeten”. “Lo que pasa es que Fulanita se burló de la hija de Perenceja. La comparó con un animalito”. “Si así es como ciudadano común y corriente, cómo será el día en que tenga un cargo de elección popular”. “De esa oficina no sale nada bueno. Si una de esas pintas se lanza, es quemada segura”. “Algunos precandidatos, aconsejados por quien sabe quién, están acudiendo al escándalo como método para ganar notoriedad. Curiosa estrategia. ¿Alguien quiere pelear conmigo, por favor? Compro escándalos. Prometo bajeza en las publicaciones. Yo soy harto grosero. Se los juro”.

En una página denominada Confesiones Arauca, la cosa se puso peluda, hubo toda suerte de confesiones: “Confieso que se me chorrea el helado”. “Yo sí me di un pico con mi mejor amigo, pero no soy marica”. “Juan lo tiene muy grande, en cambio Pedro lo tiene chiquito”. “A Yuranys le gusta que le den por el chiquilay”. “Fulanita de Tal tiene el sapo más grande que yo haya visto”. “Me gusta la yerba, ¿y qué?”. “Pillé a mi papá saliendo de la Pelo de Oro”. “Este pueblo se llenó de maricas y travestis…y de cacorros”. “Hay venecas que aguantan su taparazo”. “Fulana se lo chupó a Fulano en el baño del colegio tal”. “A Fulana la tenían enclochada en el parque del dedo”. “Perenceja se está comiendo lo mío. ¡Perra!”. 



Y así. Morbo. Amarillismo. Shows de toda índole. Bien lo han dicho muchos intelectuales: las redes sociales se han convertido en una inmensa cloaca en la cual todos depositan sus porquerías. Y miles de internautas, como marranos, gozan revolcándose en esa cloaca. Tanto, que uno no sabe a qué hora trabajan.

¿Quién irá a protagonizar el próximo escandalo? ¡Qué emoción! 
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Master Gaviria. Administrador público. Artista plástico. Orfebre. Lector voraz, escritor ocasional. Librepensador. Pacifista. Mamador de gallo. Escribe con humor sobre asuntos serios. No pierda su tiempo: no responde agresiones virtuales.

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