LA PUBLICIDAD ENGAÑOSA

LA PUBLICIDAD ENGAÑOSA

La niña de Epa, Colombia no merece que la traten así: merece que la traten peor

Eh, eh, epa marranos, eh

Estoy muy enojado. Más enfadado que Uribe con Santos. Mi irritación es con la Superintendencia de Industria y Comercio y con el INVIMA, pues se la están montando a una serie de empresas y personas ‘serias’ que lo único que pretenden es mejorar nuestra calidad de vida. Pillen.

Hace años -¡Montadores¡- sancionaron a Revertrex (cuya imagen es la anciana más joven y lozana de Colombia, Amparo Grisales) por publicidad engañosa. No bastó la sobria defensa que hizo del producto la autodenominada diva de divas del país en la W. Amparo, soberbia, como siempre, adujo que Revertrex sí era el elixir de la eterna juventud y que ella era la prueba fehaciente de los resultados. Aunque muchos le creímos a Amparito, el gerente de la Superintendencia no, y sancionaron la empresa comercializadora del producto. Y eso no es todo, el gerente de la Súper fue mucho más allá y también sancionó –dios mío, no puede ser¡- a la Cruz del Gólgota y tiene en la mira a la Cruz de Caravaca. ¡Necesitamos ayuda¡ y urgente, porque si este burócrata sigue actuando no solo va a dejar sin trabajo al ‘Totono’ Grisales y  Leonel Álvarez sino que va a dejar desprotegidos a miles de ingenuos que creen que la tal cruz del Gólgota obra milagros y contiene un trozo de piedra del monte donde dizque crucificaron a Jesús y que la cruz de Caravaca los va iluminar para darles la sabiduría de hacerlos soñar con el número ganador del Baloto. 

Y ojo, el gerente de la Súper está tomando estas medidas drásticas basándose en que no se puede engañar a la gente con la publicidad ¡Pero qué pena con usted, mi querido amigo¡ pero yo le voy a decir lo que en realidad es la publicidad engañosa. Tome nota, señor. 

Entrados en gastos, considero que toda la publicidad es engañosa. Es más, debe ser engañosa, pues la publicidad sincera sería un fracaso. Por ejemplo, si en vez de decir que Coca Cola es La chispa de la vida se dijera que sirve para destapar cañerías y sacar tornillos oxidados, la bebida no sería tan famosa. ¿Cuántas Big Mac vendería Mac Donalds si en los anuncios se dijera que la comida chatarra es perjudicial para la salud? Además, ¿se parece en algo la Big Mac real a la de la publicidad que mide cerca de 20 cts. de alta? ¿Será cierto que Red Bull te da alas? El único producto que le da alas a uno es la marihuana. Y si Raid las mata bien muertas –a las cucarachas- ¿quiere decir que los otros productos las matan mal y por ello resucitan? ¿Quién les garantiza a todos los consumidores que Nadie lo hace –el pollo frito- como Frisby lo hace? ¿Cuántos productos de televentas no reposan en los cuartos de san Alejo porque no sirven para un carajo, sobre todo los aparatos para quemar grasa abdominal? 

Reitero: la publicidad, para poder vender, debe ser engañosa. Y casi todo lo que pasa en televisión es mentira. ¿Cuántos participantes de Protagonistas de Novela de nuestra Tele han sido protagonistas de telenovelas? ¿Cuántas telenovelas o series ha protagonizado el energúmeno llorón que ganó el reality en 2010 –Cristian Suárez-?

Jorge Hané y su Reduce Fat Fast. El champú Tío Nacho. Doña Gallina Criolla. Regeneris de Alpina, el yogur que no es yogur. Los productos de Herbalife. Los de Gano Excel -¿pirámide?-, sobre todo Gano Café, que supuestamente ‘ayuda a destruir las células cancerígenas’. Todo no es más que mentira. Publicidad cuyo único fin es que los productos se vendan por miles.

Pero hay otros casos tan o más graves que publicidad engañosa de productos: la publicidad política mentirosa. Sólo citaré un ejemplo. Javier Cáceres, exsenador y expresidente del Congreso de nuestra república, tuvo como eslogan de campaña ‘Chuzo a los corruptos’, y no sólo no salió con nada sino que lo metieron a la guandoca precisamente por eso, por corrupto ¡Eso sí es publicidad engañosa¡

Así es que, señor gerente de la Súper: deje de joderle la vida a la gente que sí trabaja ‘honradamente’ y dedíquese mejor a sancionar a los que de verdad engañan al pueblo: los medios de comunicación que convierten en estrellas a personas sin ninguna clase de talento.  ¡No joda más, carajo¡

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¡Esperanza Gómez para presidente!

Si están hasta la coronilla de la pelea entre Santos y Uribe, piensen que para 2018 el país sí tiene esperanza

‘Gran conmoción’ en el mundo político causó la renuncia de Clara López al Polo. “¿Por qué, Dios mío, por qué?” Gritaba el chofer de la doña. “Y ahora, ¿qué será de nosotros?” Dijo su esposo. Y muchas mujeres, bueno, muchas no, algunas, se sintieron desilusionadas porque esperaban que fuera ella la primera dama de la historia en ser Presidenta de Colombia. Así que el sueño femíneo de una mujer en el Solio de Bolívar ya no será. Porque no nos digamos mentiras, las otras posibles candidatas a la presidencia no dan la talla. Marta Lucía Ramírez no cuenta con el respaldo total del partido Conservador, además, su empeño de lamberle tanto a Uribe la está haciendo ver como una persona sin carácter; Nohemí Sanín, que durante décadas vivió a la gorra del erario ya no suena ni truena; Ingrid Betancourt, al querer demandar al Estado por el asunto de su secuestro perdió puntos con la opinión pública; Claudia López es frentera y no tiene rabo de paja, es más, ni siquiera tiene rabo, pero su condición sexual en un país tan hiper-archi-mega-requetecontra conservador y de doble moral como este, la condena, y Aída Avella, ¿quién es Aída Avella?

Una mujer de armas tomar

Bueno, a no ser que la mujer que en estos momentos está sacando la cara por el país decida lanzarse. Sí, señores, estoy hablando de nada más y nada menos que de Esperanza Gómez, la actriz porno. Ella, al lado de Mariana Pajón y Caterine Ibargüen es la mujer que más y mejor nos está representando. Y tiene todos los atributos que se le podrían exigir a un presidente de la república. Es valiente, muy valiente, basta no más con mirar el tamaño de los miembros de sus compañeros de set. Sabe planificar: en sus películas no improvisa, lo tiene todo planeado: “Ponme así”, “Ponme asá”, “Suavecito por ahí, que me duele un poco”. Tiene don de mando: “Baja”, “Sube”, “Más, más”, “Vente ya”.

Yo no he hablado con Esperanza, pero creo que la idea de ser la primera mandataria de la nación no le disgustaría. Es más, hasta me imagino su gabinete, que sería de lujo, e incluyente. Por ejemplo, en el Ministerio de Comercio Esperanza nombraría a Natalia París, a la que todo el mundo acusa de bruta pero tiene más billete que todos sus críticos, pues es una gran negociante de productos de belleza; el de Defensa se lo dejaría a un pésimo defensa, Stefan Medina, y con eso nos libraríamos de que lo llamen a la selección; en Educación nuestra presidenta ubicaría a María Fernanda Cabal, que promovería el programa “Estudien, vagos”; el ministerio del Interior, importante porque es el de la política sería para Andrés Carne de Res, que pregonaría a congresistas y demás “No al chanchullo, sí al chunchullo”; el titular de la cartera de Ambiente no podría ser otro que Norberto; en Cultura quien mejor que doña Gloria, la del vídeo en el metrocable de Medellín; el ministro de Minas (quiebrapatas) sería Timochenko; la de Relaciones (Anales y Vaginales), Amaranta Hank; la de Salud, Amparo Grisales, una señora de la tercera de edad que se ve muy saludable; en Comunicaciones, quien mejor que Barbarita, que aduce que comunicar no es pecado; la cartera de Trabajo sería para Naren Daryanani, que desde que lo pillaron presuntamente robando en Miami no ha vuelto a conseguir camello estable; en Vivienda, Esperancita ubicaría a la hija de Rafael Escalona, Ada Luz, que le prometería a la Nación una casa en el aire para todos; y en Transporte, ubicaría a Uldarico Peña, el amo y señor del transporte en Bogotá.

Amaranta Hank, Ministra de Relaciones (vaginales y anales)

Sí, sé que muchos pondrían el grito en el cielo y se burlarían de una candidatura y un eventual triunfo de Esperanza. “Sería un salto al vacío”, publicaría en Semana el mamerto de Antonio Caballero. Julito, Arizmendi, Gurisatti, Vicky Dávila y Qué Se Estará Preguntando María Isabel, las vacas sagradas del periodismo, la destrozarían con sus columnas arguyendo que no está preparada. Pero sapos como yo saldríamos en su defensa. Diríamos: por lo menos Esperanza Gómez es una persona que se gana el pan con el sudor de su frente —y de otras partes del cuerpo— y no una corrupta que recibe dineros de Odebrecht o del Cartel de Cali.

Colombianos: por siempre los hombres han gobernado al país y miren cómo lo tienen: nadando en estiércol. Den una vueltica por Chocó, Buenaventura o la Guajira y constaten los horrores a los que son sometidos a diario nuestros connacionales. Además, si están hasta la coronilla de la pelea entre Santos y Uribe piensen que para 2018 el país sí tiene esperanza: Esperanza Gómez.

Ah, y ella tampoco tiene rabo de paja, lo que tiene es un rabote lo más de lindo.

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EL SABIO MÁS SABIO DEL MUNDO

EL SABIO MÁS SABIO DEL MUNDO

En un paraje apartado de la China un sabio, sentado en el pasto en posición de loto, charlaba animadamente con sus discípulos. Decenas personas, agolpadas a su alrededor, estaban pendientes de la amena tertulia. Dos turistas miraron la escena y decidieron acercarse.

Al ver que la gente escuchaba casi que con religiosidad al sabio (anciano, gordo, bajo de estatura), uno de los turistas le preguntó, con discreción, a uno de los discípulos: “¿Qué pasa? ¿Quién es ese anciano?”. “¿No lo sabes?: es el sabio más sabio del mundo”. Recibió como respuesta. De repente, en medio de la multitud, se abrió paso, a empellones, un tipo alto, fornido, de apariencia agresiva. Se posó frente al sabio y le dijo: “Así que tú eres el sabio más sabio del mundo”.  No recibió respuesta. “Oiga, viejo miserable, marrano de mierda: le estoy hablando”. El sabio miró a su agresor y le sonrió con amabilidad y condescendencia. “¿De qué te ríes, rata asquerosa? ¿Acaso te estás burlando de mí, manojo de basura?”. Tampoco recibió contestación alguna. Muchas de las personas que estaban alrededor querían reaccionar en contra del agresor, pero una mirada del sabio bastó para que desistieran de hacerlo. El ofensor, más iracundo todavía, se agachó hasta quedar rostro con rostro con el sabio: “Vaca inmunda. Piltrafa. Montón de desechos: no eres más que un farsante”. Acto seguido lo escupió en la cara y procedió a marcharse. El sabio, tranquilo, prosiguió con su charla. 

Atónito, el turista le preguntó al discípulo. “¿Y ese es el sabio más sabio del mundo? Yo le hubiera dado una lección a ese malnacido tan ofensivo”.  El discípulo le respondió: “Veo que no entendiste la lección, querido amigo”. “¡¿Pero qué clase de lección le dio a ese tipo?¡ Si se dejó decir ‘miserable’, ‘marrano de mierda’, ‘rata asquerosa’, ‘manojo de basura, ‘vaca inmunda, ‘piltrafa’, ‘montón de desechos’, farsante’... El discípulo le respondió: “La lección no era para el tipo ofensivo y violento, era para nosotros: el sabio nos demostró a todos que NO ERA IGUAL A ÉL.

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